27 de noviembre de 2013

Pólipos nasales II

Antes de leer esta entrada, no olvides leer ésta que considero más importante: Estudios recientes sobre los Pólipos nasales: antioxidantes.

El día 24 de octubre es un día clave o más bien deseo que lo sea. En una de mis incursiones por Internet buscando relaciones de síntomas y causas, acabo en una Web que habla de la intoxicación por mercurio y la sinusitis: ¡las amalgamas!.

Hace un par de años leí en algún sitio que algunos empastes llevan mercurio y que eran perjudiciales para la salud. Comprobé mi boca y ví que tenía 4 amalgamas, alarmado, llame a mi madre para contárselo y cada uno fuimos a nuestro odontólogo. A ambos nos dijeron lo mismo, que no está demostrado, que es muy peligroso quitarlas, que si la sociedad española de odontología está a favor de las amalgamas, etc. El caso es que consiguieron disuadirnos, así que me olvidé de ello.

Pero esta vez las fuentes de información no eran las palabras vacias de argumentos de dos dentistas, eran cientos de páginas en Internet (la mayoría en inglés), numerosos estudios, experiencias personales, analíticas, etc. que demostraban las consecuencias que están teniendo miles de personas. Si estáis interesados y no tenéis muchas ganas de buscar información, en este enlace hay un buen compendio.

Hice un registro de mis principales problemas de salud de origen poco claro:
  1. Alergia
  2. Asma
  3. Sinusitis
  4. Pérdida de olfato
  5. Pólipos nasales
  6. Leucopenia crónica
  7. Úlceras bucales
Y muchos coincidian con la sintomatología de los intoxicados crónicos por mercurio, así que ese mismo día comencé con los trámites para retirar las amalgamas de mi boca de forma segura. También empecé a seguir una serie de pautas que sugerían, aquí, hasta la retirada de los empastes, como no ingerir alimentos calientes, ni ácidos, no usar fluor, etc.

Los dos días siguientes, el 25 y el 26 dormí mejor, aunque ésto lo achaqué a la bajada de temperaturas que permite bajar la inflamación de los senos. También comencé a tomar yogurt natural por ser probiotico y así tratar de, supuestamente, reducir el sitio a los hongos. Ese fin de semana decidí retomar la ingesta de algo de pan ya que entre la delgadez y la posible infección me había asustado un poco.

El 27, 28 y 29 de octubre se caracterizaron por volver a dormir mal e investigar a destajo sobre el mercurio. Me enteré que algunas vacunas llevan o llevaban Timerosal, un conservante basado en mercurio, pufff, me entraron sudores fríos. Llevaba vacunandome mensualmente los últimos 3 años contra la alergia al polen, y tenía los viales en el frigorifico así que me fui corriendo a comprobar los componentes: alérgenos, etanol e hidroxido de aluminio. Por un momento me alivié pero ese último componente me llamó la atención, otro metal. Nueva búsqueda de información y lo cierto es que no encontré nada bueno, pero eso lo dejamos para otro día o mejor aún, consultad esto y esto. Comprobé el calendario de vacunación y el último pinchazo fue el 13 de octubre, ¡mierda!.  Según me dijo la alergóloga, el pico en sangre es a los 21 días, desconozco si esto es verdad, ya no me fio de nadie. Por supuesto llevé a reciclar a la farmacia lo que quedaba de vacuna.

Por otra parte recuerdo que hace unos meses, quizas durante la primavera, se rompió una bombilla de bajo consumo en una bolsa (más mercurio), creo no haberla manipulado demasiado mal pero tampoco como lo haría ahora mismo. El caso es que fuí atando cabos y supongo que fue otro factor fundamental en mis problemas. Es curioso, prohiben los termometros y no prohiben ni las bombillas de bajo consumo ni las amalgamas.

Me dieron cita para comenzar a retirar las amalgamas a finales de noviembre. También esa semana me llegó el libro Amalgam Illness de Andy Cutler. Un intoxicado por mercurio que se curó utilizando quelantes. Lo deboré en cuatro días. Busqué experiencias con la quelación por dosis frecuentes. Al principio me parecía complejo y no tenía nada claro si hacerla o no.

A todo esto, desde el día 30 de octubre hasta el 2 de noviembre seguí durmiendo mal, así que decidí volver a bajar los hidratos de carbono empezando de nuevo el día 3. Lo peor de despertarse de madrugada por tener taponada la nariz no es en sí el despertarse, si te despiertas y a los 5' se destapona, te puedes volver a dormir. Lo peor es no conseguir destaponar la nariz tras despertarme, esos días ya no vuelvo a pegar ojo.

Desde el día 3 hasta el 15 se caracterizaron por cierta tranquilidad con algún día malo. Yo llamo tranquilidad a despertarme y poder volver a dormir al cabo de 30' o 45'. Lo único destacable fue que el 6 de noviembre empecé a tomar 2 gramos de vitamina C diarios y que el día 15 me entero de que el desodorante que utilizo, el mineral de alumbre, lleva una sal de aluminio. Otra cosa a quitar.

Continué dándo palos de ciego con la dieta, nada hacía que dejase de despertarme por las noches. Ahora que miro hacia atrás y analizo todos los datos que fui recopilando, SÍ creo que el aceite de ricino contribuyó a las cuatro noches que conseguí dormir del tirón, porque desde entonces nunca más se habían vuelto a repetir.

Y justo al día siguiente, el 16 de noviembre volví a dormir bien. Curiosamente un mes antes, el 16 de octubre, había sido el primer día en meses en dormir sin taponamientos en la nariz. He analizado todos los días que he dormido bien desde julio, (cuatro) y no consigo sacar ninguna relación con la dieta, creo que ésta, salvo que sea la fuente principal de intoxicación, sólo es un factor para moderar la enfermedad pero no la causa.

Durante todo este tiempo me enteré de que el titanio es también un metal toxico, no al nivel del mercurio pero toxico en cualquier caso. Hay estudios que también lo relacionan con la sinusitis pero como yo no tengo implantes ni contacto con el titanio, pues no me preocupé. Sin embargo el día 21 de noviembre descubro que está mucho más presente en nuestras vidas de lo que creemos. Es un blanqueante y se utiliza en cosméticos, crema solar, alimentos, pastas de dientes, chicles, medicamentos, etc. Me puse a buscarlo en los suplementos que había tomado este año y adivinad donde estaba, en el Tendoactive en la forma de dioxido de titanio o E 171, ¡me cago en su...! ¡nos envenenan!.

Con todo lo que he leído tengo claro que los metales en general, suelen afectar a la mucosa nasal. No sólo el mercurio, el aluminio y el titanio son problemáticos, también el oro, la plata, etc. Yo voy a retirar mi exposición a los tres primeros (no soy consciente de estar expuesto a otros) y esperaré unos meses a ver los resultados, porque no espereis arreglar en días o semanas lo que se ha estropeado en meses o años.

Continuación: http://sintiendoelsuelo.blogspot.com.es/2014/02/polipos-nasales-iii.html

19 de noviembre de 2013

Pólipos nasales I

Mis problemas con los pólipos nasales comenzaron, creo, cuando tenía unos 18 años. La primera manifestación de la que fui consciente era la voz nasal. Yo no me iba dando cuenta y los que vivian conmigo tampoco puesto que el cambio es progresivo. Sin embargo, cuando me encontraba con alguien a quien hacía tiempo que no veía, me preguntaba que si tenía catarro, congestión o cualquier otra cosa, vamos, que percibian mi nariz algo taponada. En esa época lo achacaba a la alergia al polén porque sí recuerdo tener problemas en primavera desde algún tiempo antes, pero claro, con el paso del tiempo fui viendo que era un "alergia" permanente durante todo el año, muy raro. Al final me acostumbre a vivir con esa "congestión" y los que me rodean se acostumbraron a mi nueva voz. Mientras tanto, muy lentamente, iba perdiendo el olfato, un sentido que recuerdo haber tenido muy afinado años atrás.
Exactamente no sé si fue en primavera o verano cuando fui plenamente consciente de que había perdido el olfato y acudí al otorrino. De lo que estoy seguro es de que una vez diagnosticado, acabé ingresado en el hospital el 22 de noviembre de 2006 y me dieron de alta dos días después, eso sí, ya sin pólipos. El postoperatorio lo recuerdo duro, desagradable, "no me vuelvo a operar", me decía a mí mismo en aquella época.

Han pasado casi 7 años desde aquella operación y me encuentro de nuevo en el mismo punto. Los sintomas se han hecho evidentes el pasado mes de julio, aunque ya venía notando un sonido raro en la fosa izquierda al expirar, bastantes meses antes. El caso es que desde julio por dicha fosa no puedo sacar aire, meter sólo puedo en algunas ocasiones y el problema principal, que ha hecho saltar todas las alarmas, es que durante la noche, la fosa derecha se me acaba taponando a las horas de haberme echado a dormir (creo que es sinusitis, no creo que sea la alternancia natural). La consecuencia de una nariz completamente taponada es que respiro por la boca, se me seca la garganta y me acabo despertando. Muchos días ya no puedo volver a dormirme, otros, si logro destaponar la fosa derecha con un cambio de postura y paciencia, sí lo consigo. Así llevo cuatro meses.

Fui al otorrino a mediados de agosto, metió la cámara y confirmo lo esperado. Tengo la parte izquierda repleta de pólipos. Tras siete años esperaba algún avance en el tratamiento, pero las cosas no han cambiado nada, "hazte a la idea de que te vas a acabar operando", me dijo.

Como otra operación es lo último que deseaba, me puse a buscar por Internet información acerca de posibles soluciones a este problema. Lo primero que vi es que hay muchísima gente sufriendo los pólipos nasales y lo segundo es que había gente desesperada completamente tras haber padecido, en algunos casos, más de una docena de intervenciones.

En castellano no encontré prácticamente alternativas que atacaran al origen del problema, sólo sugerian medicamentos temporales para abordar los síntomas, esto me llevo a buscar en inglés. De lo primero, con algo de sentido, que encontré fue esto:  


Ahí dentro me topé con lo siguiente:
"something with your body and/or environment is wrong and your immune system is out of wack. Really out of wack."

y sin embargo me centré en esto otro:

"This very simple diet should hopefully help you figure out what you can eat, and what you need to avoid."

Empecé a quitar cosas de la dieta, el 26 de agosto de 2013 retiré los lácteos (ver este enlace) y el 2 de septiembre cambié a pan integral y retiré el embutido. Hasta el 13 de septiembre creí mejorar pero ese fin de semana lo pase en la costa y las sensaciones fueron horribles, no conseguí dormir más de 2 horas seguidas. Recordando, en julio también en la costa pasé los peores días del verano, eso me dio que pensar, la humedad y/o el calor no me van bien. Está claro que el calor dilata la mucosa nasal pudiendo dificultar la respiración pero y ¿si la humedad tuviera algo que ver?.

En un enlace (que no localizo ahora) encontré que la biosia de un pólipo había hallado hongos y eosinofilos. Esto hizo que me centrará en el tema de los hongos y la humedad. Llegué a esta otra web de la que saqué ideas a probar como la del aceite de ricino (del que obtuve dolores de cabeza y quizás algo más, no lo sé), y dietas anticandida. También me gustaron estos dos enlaces:

http://www.nasalpolyps.20m.com/


http://fessisfun.wordpress.com/2011/03/09/about/#comments

Saqué cosas sobre alergias alimentarias y a los ácaros. La consecuencia fue que el 8 de octubre retiré de la dieta todo el trigo. Posteriormente me hice la prueba del glutén y nada, lo toleraba bien. La verdad es que era lo esperado, no he encontrado nunca ningún alimento que me sentará mal lo que pasa es que hay gente que habla de sintomas retardados.

En octubre empecé a llevar un diario completo de lo que hacía o comía durante todo el día. Registré la alimentación, la humedad, la temperatura, el estado de las fosas nasales y otros eventos que me sucedian. Cuando retiraba un alimento de la dieta lo marcaba en azul, cuando me la saltaba, lo marcaba en rojo y en verde el día que conseguía dormir sin despertarme entre la noche por taponamiento de la nariz.
El 16 de octubre dejé de correr. Con la dieta había perdido 4 kilos en dos meses, había pasado de 68 a 64 kg y sin hidratos de carbono no se puede entrenar. Ese mismo día fue el primero que me eché unas gotas de aceite de ricino y el primero en 3 meses que dormí del tiron. ¿Había obrado el milagro el aceite de ricino o mera conicidencia?.
El 18 de octubre dejé de usar pasta de dientes, simplemente me aclaraba con agua y me los cepillaba. El 19 comencé a beber agua mineral en lugar de agua del grifo pero nada funcionaba. El 22 es el último que me echo aceite de ricino y curiosamente también el segundo día en meses en que consigo dormir toda la noche. Durante estos días me dolió la cabeza y lo achaco al aceite, así que decidí dejarlo a pesar de que es posible que tuviera algún efecto en el destaponamiento. Además del dolor de cabeza, creo (no estoy seguro) que el aceite me causó una infección, tuve una ulcera en la boca, me dolió la mandíbula y el oido. De todas formas no buscaba atacar los síntomas matando hongos, buscaba atacar el origen del problema, ¿por qué hay hongos?.

Justo cuando ya la desesperanza me invadía tras casi dos meses probando con la dieta y no obtener ningún resultado, vi la luz o espero haberla visto porque si no, no se me ocurren más cosas.
No recuerdo exactamente en que Web, lo que sí sé es que fue la búsqueda de causas de la sinusitis lo que me llevo a ello. Os lo cuento en la próxima entrada.