10 de junio de 2014

Pólipos nasales IV

Antes de leer esta entrada, no olvides leer ésta que considero más importante: Estudios recientes sobre los Pólipos nasales: antioxidantes.

El día 7 de febrero me quité la última amalgama. Desde esa fecha, quizás antes, he tenido síntomas alérgicos leves.  Estuve comprobando qué polén andaba activo y eran las Cupresáceas, pero su nivel estaba ya en mínimos por lo que tengo dudas de si estaba relacionado con el cambio de empaste o con los niveles de polen.

El día 10 de febrero empecé a quelar con DMSA, 12,5 mg cada 3 horas durante TODO el día. Inicié la ronda a las 7 de la tarde siguiendo el patrón horario 19, 22, 01, 04, 07, 10, 13, 16 y 19. Los síntomas que creo haber tenido durante la ronda han sido: gases estomacales y dolores derivados, taponamiento de oídos, algo de molestia en la sien izquierda y sensación de arenilla en el ojo izquierdo. A nivel de sinusitis creo que en general estuve mejor porque las dos primeras noches dormí bastante bien a pesar de despertarme para tomar el DMSA. Durante la última noche no dormí de 3 a 3:45. Terminé la ronda el día 13 tomando la dosis final a las 16 horas y sustituyendola por selenometionina y zinc a las 19 horas.

El día 17 de febrero me hice la primera analítica para conocer el nivel de mercurio total en sangre, salió 3 microgramos por cada litro (mcg/L). Actualmente el límite de referencia es 10 mcg/L y sabiendo que el nivel medio de los españoles es de 6,3 mcg/L (estudio publicado en 2011) uno podría pensar que no es para tanto. Efectivamente se podría decir que no estoy tan mal y de hecho es un nivel muy bueno tan sólo 10 días después de retirar la última amalgama (supongo que las altas dosis de salvado de trigo han influido). La cuestión es que el mercurio en sangre no es indicativo de tus problemas de salud ya que es el acumulado en los órganos, el que produce la mayor parte de los síntomas.
En cualquier caso os recuerdo que el nivel medio en otros países como Canada está por debajo de 1 mcg/L como podéis comprobar en este estudio, por lo que yo esperaré a tener ese nivel para probar a quelar con ALA.

El 16 de marzo a las 7 de la tarde empecé la segunda ronda de quelación con DMSA. Igual que la primera, 12,5 mg cada 3 horas durante TODO el día y siguiendo el mismo patrón horario que en la anterior. Como siempre que hay ronda, aumenté la ingesta de salvado de fibra porque aunque el mercurio movilizado por el DMSA se excreta por la orina, probablemente el que quede suelto en la sangre acabe en las heces. Las sensaciones durante la ronda han sido buenas, remite en buena medida la sinusitis de la fosa nasal derecha pero durante la noche no llego a estar bien. Los efectos secundarios han sido gases (aunque menos que en la ronda anterior) y quizás algo de sensación de arenilla en los ojos.

El 23 de marzo a las 7 de la tarde inicié la tercera ronda de quelación con DMSA siguiendo el mismo patrón que la anterior. La diferencia entre estar de ronda a no estarlo es considerable, la sinusitis se reduce de forma importante tanto de día como de noche pero sin llegar a estar bien del todo. Para que os hagáis una idea, por la noche:
  • Sin DMSA siempre me despierto entre las 2 y las 3 por el taponamiento.
  • Con DMSA no me despierto antes de las 4 y puedo llegar hasta las 6 destaponado. Todavía no he conseguido llegar hasta que suena el despertador, a las 7. Lo que ocurre durante las rondas es que me tengo que levantar a la 1 y a las 4 para tomar las dosis oportunas.
Por el día:
  • Sin DMSA estoy taponado cada 2 horas y durante las primeras horas de la mañana el cierre es total.
  • Con DMSA estoy prácticamente destaponado todo el día salvo las primeras horas de la mañana que estoy a medias.
Los peros de los días de ronda son sus efectos secundarios, en este caso úlcera bucal debido probablemente a la bajada de neutrófilos. Los pros mientras estoy de ronda son las buenas sensaciones, que me duran un par de días más desde que la termino, luego, vuelve la sinusitis.
El 28 de marzo es el primer día que duermo seguido más de 6 horas en los últimos tres meses. Me acosté a las 12 de la noche y a las 6:30 me desperté de forma natural, NO por estar taponado. Días como éste ha habido cinco en los últimos ocho meses, dos en noviembre antes de comenzar a quitar las amalgamas y dos en diciembre antes de quitarme el segundo empaste.

El 31 de marzo comencé con mi cuarta ronda, primera con el quelante DMPS. La diferencia principal entre el DMPS y el DMSA es que el primero se toma cada 6 - 8 horas y el segundo cada 3. Ésto implica que con el primero no me tengo que despertar obligatoriamente durante la noche para tomarlo. En este caso el patrón horario es 23, 7, 15 con tomas de 5 mg. La ronda la terminé un día antes de lo esperado porque empecé a tener síntomas de bajada del sistema inmune con una úlcera bucal que no se curaba. También un poco de dolor de cabeza, algo de asma y tos, síntomas que me duraron casi dos semanas. Lo de la bajada del sistema inmune sospecho que es por no suplementar el zinc durante la ronda, elemento que los quelantes se llevan por delante junto con el azogue. De aquí en adelante siempre con zinc.

El 15 de abril me hice otra analítica de mercurio en sangre. El resultado fue < 3 mcg/L, demasiado impreciso para lo que quería utilizarlo. Les consulté si 3 mcg/L era lo mínimo que podían medir y me lo confirmaron.

El 22 de abril acudo al otorrino para ver el estado de mis fosas nasales. Al asomarse a la izquierda ve el cornete inflamado y me prescribe corticoides y un TAC para ver el estado completo. No tomo los corticoides y tampoco me hago el TAC, prefiero que metan la cámara.

Del 23 al 26 hice la primera ronda combinada de ALA con DMSA, 12,5 mg cada 3 horas. La verdad es que tampoco noté nada diferente a cuando las hago sólo con DMSA.

Del 28 al 30 de abril hice una ronda sólo con ALA (12,5 mg) e igual que en la anterior tampoco noté nada diferente. La causa probable es la baja cantidad de quelante. Quizás un par de días después si que me encontré peor.

Del 2 al 4 de junio hice una ronda de ALA con DMSA (ambos 12,5 mg), aunque este último se me acabó el día 3. Si noté otra vez arenilla en los ojos, destaponamiento de la fosa derecha y taponamiento de la izquierda. Al terminar, taponamiento de ambas.


Registro de progresos:

Febrero. El balance cuatro semanas después continúa siendo negativo. Aunque creo percibir olor con más frecuencia que antes, no estoy completamente seguro y además la sinusitis sigue presente.

Marzo. El balance dos meses después es parecido al anterior. De vez en cuando tengo olfato pero no siempre, y no sabría decir si más o menos que antes. La sinusitis, creo, va a menos pero también hace acto de presencia todos los días. Los pólipos siguen ahí y como no he ido al otorrino, desconozco si están mejor o peor.

Abril. El balance tres meses después es que sigo igual, incluso he perdido el poco olfato que había recuperado.

Mayo. El balance del cuarto mes es positivo. He estado sin quelar todo mayo y eso ha hecho que haya notado cierta evolución positiva (la quelación desintoxica pero produce síntomas). Desde mediados de mes vengo notando que la sinusitis aparece muchas menos veces y durante menos tiempo e incluso duermo bastante bien la mayoría de los días. El olfato ha vuelto.

No lo tengo muy investigado pero más o menos es algo así: las fosas nasales llevan una alternancia natural a través de la cual una de ellas está más abierta que la otra durante un tiempo, luego entrega el testigo a la otra (en función de varias cosas como por ejemplo la postura).
Pues bien, hasta el mes de mayo la fosa izquierda tenía la salida de aire cerrada completamente y la entrada, la permitía con dificultad sólo cuando tenía el testigo. La derecha operaba con normalidad cuando le tocaba "mandar" pero muchas veces se cerraba totalmente bien por la sinusitis bien porque le tocaba a la izquierda funcionar. Es decir, yo sólo respiraba bien cuando la derecha tenía el testigo y no tenía sinusitis.
Desde el mes de mayo viene ocurriendo lo siguiente:
  1. La sinusitis en la fosa derecha ha ido desapareciendo poco a poco y a día de hoy practicamente no tengo.
  2. Cuando la fosa derecha no "manda", no se llega a cerrar completamente y ANTES sí.
  3. La fosa izquierda me permite meter más cantidad de aire cuando tiene el testigo y además puedo también sacar un poco, lo que junto con lo que permite, AHORA, la fosa derecha, hace que no tenga que utilizar la boca.
  4. El cornete sigue inflamado pero un poco menos y el estado de los pólipos lo desconozco porque no han metido la cámara.
  5. No estoy teniendo absolutamente NADA de alergia cosa que otros años ha estado presente en los inicios de junio.
Según Cutler, ahora estaría en la mejoría que se produce a los 3 - 4 meses y por delante me deberían esperar 6 meses de empeoramiento. Ya os contaré, de momento muy contento.

Pólipos nasales V: Un año sin mercurio 

7 de febrero de 2014

Pólipos nasales III

Hoy he terminado de cambiar todos los empastes. Han pasado cerca de cuatro meses desde que empezara con esto del mercurio, y aunque estaba previsto que no mejorara nada en esta fase, uno siempre tiene la esperanza de evolucionar un poco. No ha sido así.

Alguno os preguntaréis por qué me ha llevado tanto tiempo sustituir los empastes. Es muy dificil que durante el proceso de cambio de una amalgama no acabes más intoxicado de lo que estabas. Siempre se produce nueva contaminación. Esa subida de mercurio en sangre tiene que gestionarla principalmente el riñón y le lleva varios meses deshacerse de ese veneno. Por este motivo se recomienda dejar pasar al menos tres semanas para acudir de nuevo al dentista, siendo recomendable extenderlo a seis semanas.

Ahora comienza el periodo de desintoxicación. Cutler habla en su libro de una mejoría en los primeros noventa días, una exacerbación de síntomas los seis meses siguientes y una lenta progresión a partir de entonces. En otros estudios se habla de varios años para que desaparezcan los problemas de salud, así que paciencia. Mientras esperamos os cuento como han transcurrido estos cuatro meses:

El 19 de noviembre cambié la primera de las cuatro amalgamas que tengo. La pieza en cuestión está situada en la izquierda del maxilar inferior, segunda empezando por atrás (no tengo muelas del juicio). Era el empaste más pequeño y por eso decidí que fuera el primero, si notaba mucho aumento de síntomas cambiaba de clínica. Compré un mono con gorro desechable, allí me pusieron oxigeno, una especie de babero, un cubre ojos y la tela de goma anclada a la muela. Entre la auxiliar y la dentista me retiraron la amalgama, me enseñaron el hueco y procedieron a poner el compuesto policerámico Diamond Crown, a día de hoy lo más biocompatible que se puede poner, mañana igual se averigua que no es tan bueno pero en cualquier caso difícil será superar al mercurio. Lo hice sin anestesia para controlar el no tragar saliva y saber cuánto debe rascar el dentista en la muela. Tomé 1 gramo de carbón activado justo antes y otro justo después, como sugieren en varias webs para impedir la absorción de mercurio en el intestino.

Durante estos días descubrí un bulto en la espalda (cúmulo de grasa sin importancia me dijo el médico), un dolor en la nariz que desapareció pronto, el varicocele que me volvió a doler una semana y algunas molestias musculares. Desconozco si están relacionados o no con la retirada de la amalgama.

En la semana del 2 al 8 de diciembre las noches las seguí pasando con una parada en medio, unas veces son 30' despierto y otras 2 horas. Por el día, alterné ratos malos y regulares, sin embargo, empecé a percibir olores en algunos momentos, con más frecuencia que meses atrás o al menos eso creo. La muela del empaste sustituido no me ha dejado de molestar desde entonces, se volvió más sensible.

Del 9 al 15 empezó más o menos igual, percibiendo olores de vez en cuando y durmiendo de dos veces. Sin embargo tuve algunos días bastante buenos. Si lo normal venía siendo echarme a dormir y despertarme unos días a las 2, otros a las 3 o a las 4, del día 11 al 13 conseguí dormir seguido hasta las 6, 6:30 e incluso las 7.

El 19 de diciembre me quité la segunda de las amalgamas siguiendo el mismo protocolo que la anterior. La muela es la segunda por atrás en la parte inferior derecha. Esta vez tomé además selenio (selenometionina) y cardo mariano durante una semana. El selenio se une al mercurio en el plasma sanguineo y lo hace inocuo, el cardo mariano ayuda al higado. Ese día y el siguiente me volvió a molestar el varicocele por lo que esta vez sí que creo poder achacarlo al cambio en la muela. Desde entonces las noches y los días no fueron a mejor, es más, creo que estuve peor que los días previos.

El 13 de enero cambié el tercer empaste de mercurio. La pieza es la segunda por atrás en la parte superior derecha. La dentista cuando retiró todo el metal observó que tenía el nervio negro, como necrosado. Sin embargo en la radiografía se veia sano. Aunque me empezó a hablar de endodoncias y extracciones, finalmente decidimos poner un empaste temporal de oxido de calcio y esperar a ver como evolucionaba.

Un par de días antes de la retirada de la 3ª amalgama me empezó a doler la zona del riñón derecho. Al principio pensé que podía ser por el metal pero habiendo pasado más de tres semanas desde la última visita al dentista, lo descarté. Por si acaso volví a tomar de forma más regular selenio y vitamina C y con el paso del tiempo se me fue la molestia.

En lo relativo a las noches ninguna novedad buena. Continué durmiendo mal, me despertaba casi todos los días antes de las 3 y necesitaba al menos una hora para destaponarme y dormir. También es destacable el que a los diez días me empezó a molestar la muela del 13 de enero. Lo hacía aleatoriamente y de forma puntual durante muy poco tiempo. Una semana más tarde dejé de notarla.

Hoy 7 de febrero he cambiado el último empaste. La muela en cuestión es la segunda por atrás en la parte superior izquierda. El proceso ha ido bien, veremos los próximos días que dice mi cuerpo. Una hora antes de la sustitución he tomado selenio, zinc y cardo mariano. Cinco minutos antes, me he metido una buena dosis de salvado de trigo y un gramo de carbón activado. Cuando ha terminado he abierto otra cápsula de carbón y me he frotado con él en toda la boca, me he aclarado y he ingerido otro gramo de carbón y más salvado de trigo.

Cuando uno inicia la sustitución de las amalgamas debe asumir que el cambio de empastes puede derivar en molestias, dolores, endodoncias, etc. Aunque ésto no es frecuente, puede ocurrir. Lo que es seguro es que si pones policerámica vas a tener más sensibilidad que antes, eso tenedlo claro. En cualquier caso a NADIE le recomendaría dejar ese veneno en la boca. Del mismo modo que a ninguno se le ocurra cambiarse los empastes sin seguir el protocolo de la IAOMT.

Sobre el tema de la alimentación, Cutler habla en su libro sobre las "sulfur foods", que son alimentos ricos en grupos Tiol libres. Los grupos Tiol se enlazan al mercurio en el cuerpo permitiendo su redistribución y aumento de la sintomatología, por ésto, sugiere que puede haber amalgamados que les siente mal ese tipo de comida. También parece claro que tanto el salvado de trigo como la pectina de manzana aumentan la excreción del metal. Algún estudio sugiere que la leche favorece la absorción del azogue en el intestino.
En todo caso debe ser el lector quien lea los diferentes estudios publicados y saque sus conclusiones.

Una vez retiradas las fuentes de exposición al mercurio, uno puede dejar al cuerpo hacer su trabajo o bien tratar de ayudarle siguiendo el Protocolo de Cutler. Si optamos por no hacer nada, nuestros órganos irán poco a poco excretando el metal. Por lo que he leído, en la mayoría de los casos la gente se recupera en gran medida al cabo de unos años pero puede no recuperarse completamente. Si optamos por "asistir" al cuerpo siguiendo el Protocolo de Cutler (quelación por dosis frecuentes) podremos acelerar esa recuperación pero recomiendo a todo el que se aventure a seguirla, que en primer lugar se empape completamente con su libro y el resto de estudios existentes. La quelación no garantiza una recuperación plena puesto que hay formas orgánicas del mercurio que no es capaz de sacar.
En cualquiera de las dos opciones el papel que juega el selenio, el Zinc, el salvado de trigo y antioxidantes como la Vitamina C es importante. Recomiendo la lectura de los enlaces que os pongo al final.

Como esto va para largo, no creo que os informe de la evolución antes de tres meses.

En Internet existen decenas de páginas sobre el tema del mercurio, os dejo las referencias principales en las que me baso. Desde esas referencias podréis acceder a otras muchas.


Continuación: http://sintiendoelsuelo.blogspot.com.es/2014/06/polipos-nasales-iv.html

  •  Estudios:
Bibliografía reunida por un bloguero

Recopilatorio sobre como afecta el selenio, salvado de trigo, pectina de manzan, zinc, ALA, DMSA y DMPS

Influencia de la alimentación en la intoxicación por mercurio 

Efectos de la dieta en el metabolismo del mercurio y el resumen

Desmonanto las mentiras oficiales sobre la amalgama

Estudio de un dentista