Antes de leer esta entrada, no olvides leer ésta que considero más importante: Estudios recientes sobre los Pólipos nasales: antioxidantes.
El día 24 de octubre es un día clave o más bien deseo que lo sea. En una de mis incursiones por Internet buscando relaciones de síntomas y causas, acabo en una Web que habla de la intoxicación por mercurio y la sinusitis: ¡las amalgamas!.
Hace un par de años leí en algún sitio que algunos empastes llevan mercurio y que eran perjudiciales para la salud. Comprobé mi boca y ví que tenía 4 amalgamas, alarmado, llame a mi madre para contárselo y cada uno fuimos a nuestro odontólogo. A ambos nos dijeron lo mismo, que no está demostrado, que es muy peligroso quitarlas, que si la sociedad española de odontología está a favor de las amalgamas, etc. El caso es que consiguieron disuadirnos, así que me olvidé de ello.
Pero esta vez las fuentes de información no eran las palabras vacias de argumentos de dos dentistas, eran cientos de páginas en Internet (la mayoría en inglés), numerosos estudios, experiencias personales, analíticas, etc. que demostraban las consecuencias que están teniendo miles de personas. Si estáis interesados y no tenéis muchas ganas de buscar información, en este enlace hay un buen compendio.
Hice un registro de mis principales problemas de salud de origen poco claro:
Los dos días siguientes, el 25 y el 26 dormí mejor, aunque ésto lo achaqué a la bajada de temperaturas que permite bajar la inflamación de los senos. También comencé a tomar yogurt natural por ser probiotico y así tratar de, supuestamente, reducir el sitio a los hongos. Ese fin de semana decidí retomar la ingesta de algo de pan ya que entre la delgadez y la posible infección me había asustado un poco.
El 27, 28 y 29 de octubre se caracterizaron por volver a dormir mal e investigar a destajo sobre el mercurio. Me enteré que algunas vacunas llevan o llevaban Timerosal, un conservante basado en mercurio, pufff, me entraron sudores fríos. Llevaba vacunandome mensualmente los últimos 3 años contra la alergia al polen, y tenía los viales en el frigorifico así que me fui corriendo a comprobar los componentes: alérgenos, etanol e hidroxido de aluminio. Por un momento me alivié pero ese último componente me llamó la atención, otro metal. Nueva búsqueda de información y lo cierto es que no encontré nada bueno, pero eso lo dejamos para otro día o mejor aún, consultad esto y esto. Comprobé el calendario de vacunación y el último pinchazo fue el 13 de octubre, ¡mierda!. Según me dijo la alergóloga, el pico en sangre es a los 21 días, desconozco si esto es verdad, ya no me fio de nadie. Por supuesto llevé a reciclar a la farmacia lo que quedaba de vacuna.
Por otra parte recuerdo que hace unos meses, quizas durante la primavera, se rompió una bombilla de bajo consumo en una bolsa (más mercurio), creo no haberla manipulado demasiado mal pero tampoco como lo haría ahora mismo. El caso es que fuí atando cabos y supongo que fue otro factor fundamental en mis problemas. Es curioso, prohiben los termometros y no prohiben ni las bombillas de bajo consumo ni las amalgamas.
Me dieron cita para comenzar a retirar las amalgamas a finales de noviembre. También esa semana me llegó el libro Amalgam Illness de Andy Cutler. Un intoxicado por mercurio que se curó utilizando quelantes. Lo deboré en cuatro días. Busqué experiencias con la quelación por dosis frecuentes. Al principio me parecía complejo y no tenía nada claro si hacerla o no.
A todo esto, desde el día 30 de octubre hasta el 2 de noviembre seguí durmiendo mal, así que decidí volver a bajar los hidratos de carbono empezando de nuevo el día 3. Lo peor de despertarse de madrugada por tener taponada la nariz no es en sí el despertarse, si te despiertas y a los 5' se destapona, te puedes volver a dormir. Lo peor es no conseguir destaponar la nariz tras despertarme, esos días ya no vuelvo a pegar ojo.
Desde el día 3 hasta el 15 se caracterizaron por cierta tranquilidad con algún día malo. Yo llamo tranquilidad a despertarme y poder volver a dormir al cabo de 30' o 45'. Lo único destacable fue que el 6 de noviembre empecé a tomar 2 gramos de vitamina C diarios y que el día 15 me entero de que el desodorante que utilizo, el mineral de alumbre, lleva una sal de aluminio. Otra cosa a quitar.
Continué dándo palos de ciego con la dieta, nada hacía que dejase de despertarme por las noches. Ahora que miro hacia atrás y analizo todos los datos que fui recopilando, SÍ creo que el aceite de ricino contribuyó a las cuatro noches que conseguí dormir del tirón, porque desde entonces nunca más se habían vuelto a repetir.
Y justo al día siguiente, el 16 de noviembre volví a dormir bien. Curiosamente un mes antes, el 16 de octubre, había sido el primer día en meses en dormir sin taponamientos en la nariz. He analizado todos los días que he dormido bien desde julio, (cuatro) y no consigo sacar ninguna relación con la dieta, creo que ésta, salvo que sea la fuente principal de intoxicación, sólo es un factor para moderar la enfermedad pero no la causa.
Durante todo este tiempo me enteré de que el titanio es también un metal toxico, no al nivel del mercurio pero toxico en cualquier caso. Hay estudios que también lo relacionan con la sinusitis pero como yo no tengo implantes ni contacto con el titanio, pues no me preocupé. Sin embargo el día 21 de noviembre descubro que está mucho más presente en nuestras vidas de lo que creemos. Es un blanqueante y se utiliza en cosméticos, crema solar, alimentos, pastas de dientes, chicles, medicamentos, etc. Me puse a buscarlo en los suplementos que había tomado este año y adivinad donde estaba, en el Tendoactive en la forma de dioxido de titanio o E 171, ¡me cago en su...! ¡nos envenenan!.
Con todo lo que he leído tengo claro que los metales en general, suelen afectar a la mucosa nasal. No sólo el mercurio, el aluminio y el titanio son problemáticos, también el oro, la plata, etc. Yo voy a retirar mi exposición a los tres primeros (no soy consciente de estar expuesto a otros) y esperaré unos meses a ver los resultados, porque no espereis arreglar en días o semanas lo que se ha estropeado en meses o años.
Continuación: http://sintiendoelsuelo.blogspot.com.es/2014/02/polipos-nasales-iii.html
El día 24 de octubre es un día clave o más bien deseo que lo sea. En una de mis incursiones por Internet buscando relaciones de síntomas y causas, acabo en una Web que habla de la intoxicación por mercurio y la sinusitis: ¡las amalgamas!.
Hace un par de años leí en algún sitio que algunos empastes llevan mercurio y que eran perjudiciales para la salud. Comprobé mi boca y ví que tenía 4 amalgamas, alarmado, llame a mi madre para contárselo y cada uno fuimos a nuestro odontólogo. A ambos nos dijeron lo mismo, que no está demostrado, que es muy peligroso quitarlas, que si la sociedad española de odontología está a favor de las amalgamas, etc. El caso es que consiguieron disuadirnos, así que me olvidé de ello.
Pero esta vez las fuentes de información no eran las palabras vacias de argumentos de dos dentistas, eran cientos de páginas en Internet (la mayoría en inglés), numerosos estudios, experiencias personales, analíticas, etc. que demostraban las consecuencias que están teniendo miles de personas. Si estáis interesados y no tenéis muchas ganas de buscar información, en este enlace hay un buen compendio.
Hice un registro de mis principales problemas de salud de origen poco claro:
- Alergia
- Asma
- Sinusitis
- Pérdida de olfato
- Pólipos nasales
- Leucopenia crónica
- Úlceras bucales
Los dos días siguientes, el 25 y el 26 dormí mejor, aunque ésto lo achaqué a la bajada de temperaturas que permite bajar la inflamación de los senos. También comencé a tomar yogurt natural por ser probiotico y así tratar de, supuestamente, reducir el sitio a los hongos. Ese fin de semana decidí retomar la ingesta de algo de pan ya que entre la delgadez y la posible infección me había asustado un poco.
El 27, 28 y 29 de octubre se caracterizaron por volver a dormir mal e investigar a destajo sobre el mercurio. Me enteré que algunas vacunas llevan o llevaban Timerosal, un conservante basado en mercurio, pufff, me entraron sudores fríos. Llevaba vacunandome mensualmente los últimos 3 años contra la alergia al polen, y tenía los viales en el frigorifico así que me fui corriendo a comprobar los componentes: alérgenos, etanol e hidroxido de aluminio. Por un momento me alivié pero ese último componente me llamó la atención, otro metal. Nueva búsqueda de información y lo cierto es que no encontré nada bueno, pero eso lo dejamos para otro día o mejor aún, consultad esto y esto. Comprobé el calendario de vacunación y el último pinchazo fue el 13 de octubre, ¡mierda!. Según me dijo la alergóloga, el pico en sangre es a los 21 días, desconozco si esto es verdad, ya no me fio de nadie. Por supuesto llevé a reciclar a la farmacia lo que quedaba de vacuna.
Por otra parte recuerdo que hace unos meses, quizas durante la primavera, se rompió una bombilla de bajo consumo en una bolsa (más mercurio), creo no haberla manipulado demasiado mal pero tampoco como lo haría ahora mismo. El caso es que fuí atando cabos y supongo que fue otro factor fundamental en mis problemas. Es curioso, prohiben los termometros y no prohiben ni las bombillas de bajo consumo ni las amalgamas.
Me dieron cita para comenzar a retirar las amalgamas a finales de noviembre. También esa semana me llegó el libro Amalgam Illness de Andy Cutler. Un intoxicado por mercurio que se curó utilizando quelantes. Lo deboré en cuatro días. Busqué experiencias con la quelación por dosis frecuentes. Al principio me parecía complejo y no tenía nada claro si hacerla o no.
A todo esto, desde el día 30 de octubre hasta el 2 de noviembre seguí durmiendo mal, así que decidí volver a bajar los hidratos de carbono empezando de nuevo el día 3. Lo peor de despertarse de madrugada por tener taponada la nariz no es en sí el despertarse, si te despiertas y a los 5' se destapona, te puedes volver a dormir. Lo peor es no conseguir destaponar la nariz tras despertarme, esos días ya no vuelvo a pegar ojo.
Desde el día 3 hasta el 15 se caracterizaron por cierta tranquilidad con algún día malo. Yo llamo tranquilidad a despertarme y poder volver a dormir al cabo de 30' o 45'. Lo único destacable fue que el 6 de noviembre empecé a tomar 2 gramos de vitamina C diarios y que el día 15 me entero de que el desodorante que utilizo, el mineral de alumbre, lleva una sal de aluminio. Otra cosa a quitar.
Continué dándo palos de ciego con la dieta, nada hacía que dejase de despertarme por las noches. Ahora que miro hacia atrás y analizo todos los datos que fui recopilando, SÍ creo que el aceite de ricino contribuyó a las cuatro noches que conseguí dormir del tirón, porque desde entonces nunca más se habían vuelto a repetir.
Y justo al día siguiente, el 16 de noviembre volví a dormir bien. Curiosamente un mes antes, el 16 de octubre, había sido el primer día en meses en dormir sin taponamientos en la nariz. He analizado todos los días que he dormido bien desde julio, (cuatro) y no consigo sacar ninguna relación con la dieta, creo que ésta, salvo que sea la fuente principal de intoxicación, sólo es un factor para moderar la enfermedad pero no la causa.
Durante todo este tiempo me enteré de que el titanio es también un metal toxico, no al nivel del mercurio pero toxico en cualquier caso. Hay estudios que también lo relacionan con la sinusitis pero como yo no tengo implantes ni contacto con el titanio, pues no me preocupé. Sin embargo el día 21 de noviembre descubro que está mucho más presente en nuestras vidas de lo que creemos. Es un blanqueante y se utiliza en cosméticos, crema solar, alimentos, pastas de dientes, chicles, medicamentos, etc. Me puse a buscarlo en los suplementos que había tomado este año y adivinad donde estaba, en el Tendoactive en la forma de dioxido de titanio o E 171, ¡me cago en su...! ¡nos envenenan!.
Con todo lo que he leído tengo claro que los metales en general, suelen afectar a la mucosa nasal. No sólo el mercurio, el aluminio y el titanio son problemáticos, también el oro, la plata, etc. Yo voy a retirar mi exposición a los tres primeros (no soy consciente de estar expuesto a otros) y esperaré unos meses a ver los resultados, porque no espereis arreglar en días o semanas lo que se ha estropeado en meses o años.
Continuación: http://sintiendoelsuelo.blogspot.com.es/2014/02/polipos-nasales-iii.html