2 de diciembre de 2012

Me crecen los enanos


Y no me refiero a los hijos que no tengo. No puede ser, estoy gafao, ya os conté lo del tobillo y la vacuna en la entrada anterior, que por cierto, siguen ahí incordiando. El lunes 19 me caí de la bici cuando volvía del trabajo. Exactamente no sé como fue pero el caso es que aterricé con el glúteo, rodilla, tobillo y mano derecha. Fue más arrastrar que golpe pero aún así me ha estado doliendo el cuerpo unos días, principalmente el culo.
El caso es que no pude volver a correr hasta el sábado siguiente y las sensaciones ese día fueron como si llevara años sin correr. Por suerte, el domingo cayeron 18 kilómetros sin problemas, trayéndome de nuevo el optimismo. Únicamente perdí un entrenamiento bueno, el del miércoles 21 que lo pasé al miércoles siguiente por precaución, ya que tras dos días el glúteo seguía molestando. Esos días fui al gimnasio a hacer algo de bici, pesas y estiramientos, vamos, lo justo para no perder comba.
Esta semana, mi hermano, que ha sufrido en sus carnes lo de la periostitis, me ha hecho ver que el problema que tengo es de kilometraje. Por el motivo que sea, no tolero bien o las sesiones largas o tantos kilómetros semanales (ya sé que no son muchos pero para mí, este año, parece que sí lo son). Me venía diciendo desde hace tiempo que me dedicara ya, más a la velocidad que a la resistencia y lo cierto es que le voy a hacer caso, creo que ya tengo una base aeróbica suficiente para el resto del año, han sido tres meses, así que a partir de ahora, entrenamiento específico.

En mi cabeza ya estaba pensado para diciembre el aumento de intensidad y la bajada gradual de kilómetros pero lo del tobillo va a hacer que no sea tan gradual. Tengo que reducir impactos contra el suelo hasta el máximo tolerable por mis piernas.
Hasta ahora venía haciendo 4 ó 5 días por semana, dos sesiones fuertes de entorno a 20 km y el resto trotes tranquilos hasta completar unos 60 km de media en 7 días.  Por lo pronto voy a reducir la tirada larga dominical, que pasará de 20 a 15 km y la intensidad subirá de 150 a 160-165 ppm. Los enfriamientos los voy a hacer andando 5 - 10 minutos en lugar de trotando y los cambios de ritmo (los largos) que venía haciendo pasarán a series con descansos caminando. Los trotes tranquilos los voy a sustituir por ritmos vivos de no más de 10 km con el calentamiento incluido. En total no sobrepasaré los 50 km que junto con los recortes en las sesiones largas espero que hagan remitir las molestias. Si no fuera así cambiaré alguna sesión normal por bicicleta en el gimnasio o por técnica de carrera que después de cuatro años ya va siendo hora de que me ponga en serio con ella.
Con estos cambios, reduciendo los kilómetros, relajamos las articulaciones pero si subimos la intensidad estresamos la musculatura y como sabéis, parece que estoy hecho de plastilina, así que en encontrar el equilibrio adecuado está la clave.

Entrenamientos de las 2 últimas semanas de noviembre

Arriba os dejo los entrenamientos de las dos últimas semanas, a destacar la introducción de cambios  de ritmos ayer (cortos, desde 400 a 100 metros), que hice en ausencia total de dolor tras 3 días completos de descanso. Las sensaciones buenísimas para ritmos desde 3'30" a 3'00"/km con descansos entre 3'50" y 4'30"/km. En conjunto fueron dos grupos de 4 kilómetros separados por 3' caminando, el primero a una media de 3'48"/km y el segundo a 3'40"/km. Acabé contento a pesar de que hoy tengo cargadas las piernas, lo cual es normal después de meses sin tocar esos ritmos. Por cierto, las hice con las Five Fingers en pista.

Se me olvidaba, el jueves correré en Torrejón una carrera de 5 km, creo que es en tierra. Si tengo tiempo os traigo una previa el miércoles y si no la crónica.

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